Consejos básicos para poder presentarse a un concurso público

Consejos básicos para poder presentarse a un concurso público

Consejos básicos para poder presentarse a un concurso público

Es normal que algunas de las empresas que desean iniciarse en las licitaciones públicas, con la presentación de ofertas, quieran tener una mínima información de cómo llevarlo a cabo.

Desde “Infoconcurso” queremos ayudar a los futuros licitadores para que presenten debidamente sus ofertas a través del servicio de asesoramiento jurídico y legal recientemente establecido.

Un servicio que cuenta con especialistas en la materia y cuyo objetivo es el asesorar a cuantas empresas y clientes lo necesiten a través de un apoyo legal individualizado y en condiciones muy asequibles.

Dicho lo cual, en estas breves líneas vamos a intentar ofrecer unos primeros consejos a tener en cuenta en cualquier concurso público, en el bien entendido de que resulta necesario el aclarar que cada licitación tiene su propia particularidad y, por tanto, por razones de espacio no podemos entrar en toda la casuística. Se trata de ofrecer a los lectores unas breves pautas a modo de consejos.

Lógicamente el primer consejo sería leer con atención el anuncio de la oferta y los pliegos de condiciones para obtener la información necesaria de la obra o el servicio que se requiere por parte de la Administración pública.

Estos pliegos contendrán una parte dedicada a las prescripciones técnicas: características de la obra y/o el servicio, los trabajos concretos a realizar, el presupuesto de la obra o el servicio, la legislación aplicable, la acreditación de la solvencia técnica, etc.

Estos pliegos generalmente también contienen un apartado dedicado a las condiciones administrativas en que se mueve la licitación. Es decir, lo relativo a: la tramitación, el procedimiento y forma de adjudicación que se llevará a cabo con la correspondiente valoración de las ofertas, los modelos de proposición de las ofertas, los impuestos y tributos a abonar, etc. Asimismo, también en este apartado se establecen los requisitos que deben de reunir los licitadores, la forma de presentar la documentación y el procedimiento final relativo a la firma del contrato, etc.

Y, por último, los pliegos contienen un apartado relativo a las condiciones económicas: volumen de negocio de la oferta y acreditación de la solvencia económica del licitador, etc.

Una vez realizada la atenta lectura, lo lógico es pensar a continuación si nuestra empresa se encuentra preparada para ganar el concurso y obtener la firma del contrato ofertado. El empresario tiene que valorar si está en condiciones de llevar a término la obra y/o servicio que se licita y si el precio final es rentable para la empresa. Se trata de valorar la propia capacidad -técnica- pero también económica -en términos de rentabilidad-.

Una vez consideradas ambas cuestiones, el paso siguiente a dar sería el tener en cuenta el plazo de presentación fijado de las propuestas. Teniendo en cuenta que es necesario presentar en un plazo breve mucha documentación, es recomendable prever esta circunstancia. Presentar una propuesta fuera de plazo resulta muy negativo pues se tiene como no presentada. Tengámoslo en cuenta.

A continuación si es necesario preparar la documentación en la forma y plazo exigido en la oferta. La documentación a presentar es la que se señale en la propia oferta y en los correspondientes pliegos.

Por lo general, las propuestas en un concurso público se suelen presentar en unos sobres. Generalmente en tres (3) sobres: uno conteniendo toda la documentación relativa a la información administrativa a que antes hicimos referencia, otro conteniendo toda la información técnica y finalmente el tercero ofreciendo la oferta económica.

Como quiera que la empresa estará interesada en participar en varias licitaciones, será bueno tener en cuenta que existe documentación a presentar que se repite en la mayoría de los concursos, tales como: la acreditativa de la personalidad del empresario y la de su solvencia técnica y económica, etc. Para ello, recomendamos tener preparada dicha documentación para poder adelantar el trabajo con vistas a futuras licitaciones.

Por la misma razón indicada recomendamos a los futuros licitadores que, en la medida de lo posible, procedan a inscribir sus datos en los Registros Oficiales de Licitadores y Empresas Clasificadas. En efecto, aunque se trate de una inscripción voluntaria es bueno tener determinados datos inscritos: personalidad y capacidad de obrar en personas jurídicas, facultades de representación, autorizaciones y habilitaciones profesionales para poder actuar en el sector de actividad correspondiente, la solvencia económica y financiera, la clasificación obtenida, etc. La razón de su ventaja es que una vez se hayan inscrito estos datos, los mismos se acreditarán a través de un certificado emitido por el Registro probatorio de los mismos, evitando la necesidad de acreditarlos en formato papel.

Sobre este particular, señalar que existe implantado un Registro de ámbito estatal y otros Registros de ámbito autonómico.

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