Los concursos públicos en el extranjero

Los concursos públicos en el extranjero

Los concursos públicos en el extranjero

Cada vez son más las empresas españolas que acuden a licitaciones que se realizan en países extranjeros. En efecto, desde que estalló la crisis económica en España los concursos públicos han disminuido sobremanera en nuestro país. Y al mismo tiempo el mercado internacional, en esta materia, resulta más atractivo en la medida en que existen países emergentes con el decidido propósito de modernizar sus infraestructuras y servicios públicos haciendo que nuestras empresas gocen de más posibilidades de acceder a tales contratos.

Pero tal acceso no resulta en modo alguno una tarea sencilla. Para ello nuestras empresas tienen que saber a lo que se enfrentan para poder acudir en condiciones de igualdad en un mercado global altamente competitivo. A través de este blog queremos ofrecer a nuestros lectores y clientes una serie de pautas de comportamiento para poder conseguir que puedan acceder a esos mercados con cierta seguridad y conocimiento de causa.

Por lo pronto, las Pymes españolas están en condiciones de poder acceder a los concursos que celebren tanto los gobiernos estatales y regionales de los países como de otros organismos públicos y hasta internacionales (por ejemplo, Unión Europea, Naciones Unidas, etc.).

Por ello no sólo queremos reivindicar las grandes obras, adjudicadas a empresas españolas importantes, como el Canal de Panamá, el Ave a La Meca, etc., orgullo y prestigio para la ingeniería y obra civil española, sino también aquellas obras y servicios de menor entidad –y de menor trascendencia pública-, cuya ejecución por nuestras empresas también han sido objeto del mismo elogio.

Lo primero que una empresa española debe tener en un país extranjero que quiera acceder a un contrato público es un buen contacto comercial en ese país. Este contacto le proporcionará información necesaria sobre las licitaciones anunciadas en ese país y además le podrá informar sobre las posibles necesidades de subcontratación que tengan las grandes empresas que hayan obtenido una importante adjudicación con objeto de ofrecerles aquellas prestaciones a subcontratar (por ejemplo, encofrados, suministro de puertas, instalación de los sanitarios, etc.).

La segunda recomendación podría ser el tener un socio local en aquel país que se dedique a la misma actividad, o que tal vez sea el complemento a la misma. Buscar un aliado para obtener las debidas sinergias será una tarea que llevará su tiempo pero valdrá la pena. Tengamos en cuenta de que hay países que exigen la participación de empresas nacionales en las adjudicaciones de sus contratos públicos. Salvo que una empresa disponga de una delegación propia lo mejor, para superar tal escollo, sería el intentar establecer un consorcio con alguna empresa nacional fiable, una joint-venture, hasta una UTE para realizar la tarea concreta, etc.

Otra tarea importante es conocer y estudiar las condiciones legales y económicas que se exigen en el país extranjero para cumplir con los requisitos de obligado cumplimiento en la convocatoria de que se trate. En efecto, no resulta inusual que en la licitación se exija, por ejemplo, que la tarea la tenga que realizar un determinado número de trabajadores locales, o que los materiales sean adquiridos en el país, etc. Para ello será necesario conocer la legislación laboral local (los tipos de contratos a suscribir), la legislación mercantil de sociedades, y/o legislación sectorial sobre medio ambiente (por ejemplo si el proyecto exigiera tener en cuenta el impacto ambiental), etc. Ello hace que las empresas tengan la necesidad de dotarse del debido asesoramiento jurídico conocedor de la legislación del país.

Al igual que en las licitaciones españolas donde solemos recomendar a las empresas que tengan en cuenta la documentación necesaria a presentar, con mayor razón cuando la oferta a presentar se realiza en un país del extranjero. Esto tiene mucho que ver con lo ya visto anteriormente sobre la legislación local a conocer: los documentos que nos piden para acreditar la personalidad, solvencia, etc.; así como certificados varios a presentar.

Y, por último, será importante considerar las formas de pago que se tienen establecidas en el país extranjero para evitar riesgos innecesarios. Conviene tener en cuenta el calendario de los pagos establecidos en el contrato adjudicado, las revisiones de precios, la influencia de los cambios de Gobierno en la estabilidad contractual, etc.

Con seguridad nos hemos dejado en el tintero muchas cuestiones por abordar en este artículo. De momento solo hemos querido dejar constancia, a nuestros lectores y clientes de “Infoconcurso”, que participar en un concurso público en un país extranjero es perfectamente posible y viable para las Pymes. Tan solo se trata de tener en cuenta algunas formalidades específicas y superables.

En posteriores artículos de este Blog tendremos la oportunidad de seguir analizando, desde diferentes perspectivas, la importante cuestión de los concursos públicos en el extranjero.

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